1. No vendas productos. Vende resultados y soluciones. No
hables de lo que tu producto puede hacer. Habla de lo que el producto puede
hacer por ellos. No se vende una cámara diciendo que puede grabar vídeo a
25.600 ISO. Se vende diciendo que puede grabar vídeos a la luz de la luna.
1. 2. Métete
en su mundo. Habla de lo que les preocupa, de sus problemas, miedos y deseos. A
continuación, empieza a hablar de cómo pueden resolverlos. Es probable que den
un "¡Sí!" inmediato. Siempre que digan "Sí, sí", es
positivo. Activa un mecanismo psicológico en su mente que lo sitúa en
predisposición de compra.
3.
Somos criaturas emocionales, no lógicas. Vende en función de las emociones y
los sentimientos. Por ejemplo, si quieres vender un negocio familiar, puedes
hablar de los problemas de la familia y explicar cómo te sientes con respecto a
su situación
1. 4.
Sé específico. No digas: "Adelgaza rápido". En su lugar, di:
"¡Pierde 5 kilos en 7 semanas comiendo lo que te gusta!"... o te
devolvemos el dinero.
1.5.
Aprovecha el miedo a perder algo. Fija una fecha límite para la finalización de
las rebajas y crea una sensación de urgencia. - Utiliza temporizadores de
cuenta atrás - Destaca la disponibilidad limitada - Muestra la prueba social -
Utiliza un lenguaje que cree urgencia
6.
No lo hagas aburrido. Sé entretenido y exótico. No suenes como una empresa
genérica. Sé alegre. Sé diferente
7. La más importante de todas: NO persigas la venta. Se trata de ayudar
al prospecto, nunca jamás persigas venderle. Se trata siempre de ayudar y con
un total desapego por la venta. Recuerda que aquello que persigues, lo repeles.
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