Jueces del Supremo Tribunal Federal
(STF) de Brasil, la máxima corte del país, aceleraron este martes el
tratamiento de un caso que podría dejar en libertad a Luiz Inácio Lula da Silva
y a otros miles de presos, un día después de la difusión de supuestas
conversaciones que levantaron dudas sobre la imparcialidad del juez que condenó
al ex mandatario, el actual ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sergio
Moro, y el jefe de los fiscales que lo acusó por corrupción y lavado de dinero.
El juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Ricardo Lewandowski votó
para que sean anuladas todas las detenciones llevadas a cabo tras
condenas judiciales en segunda instancia –como la de Lula-, y luego sus
colegas de la segunda sala de la más alta corte del país decidieron
llevar, aún sin fecha definida, ese proceso al plenario del cuerpo, que
se encuentra dividido por sus posturas críticas y a favor de la
megaoperación anticorrupción conocida como Lava Jato.
Además, el 25 de junio sería tratada también en el STF una apelación
de la defensa de Lula hecha en el 2018 que busca que Moro sea declarado
como un juez no apto para juzgar al ex presidente por supuesta
imparcialidad.
Esa posición ganó alguna fuerza tras la divulgación por el sitio The
Intercept Brasil de conversaciones atribuidas al ahora ministro Moro con
el jefe de los fiscales de la Operación Lava Jato, Deltan Dallagnol,
que sugirieron que los acusadores en la megacausa anticorrupción que
llevó a la cárcel a Lula y cambió el mapa político de Brasil actuaron en
forma coordinada con el juez del caso.
“Se estima que existen en el país entre 100.000 y 150.000 presos
condenados en segunda instancia. Y existe una inacción del Superior
Tribunal de Justicia (STJ, corte de asuntos no constitucionales) para
juzgar a Lula en tercera instancia. Lula ya podría haber sido juzgado,
pero esa inacción lo impidió”, dijo una fuente del STF a Clarín. “Las
conversaciones mostradas por The Intercept aceleraron el tratamiento de
esta causa”, aseguró.
La Constitución de Brasil establece en su artículo V que una persona
no puede ser considerada culpable hasta que la sentencia penal
condenatoria recorra todas las instancias judiciales. El ministro Moro
propuso este año, dentro de un paquete de leyes presentado al Congreso
que busca reducir la violencia y el delito en el país, que se asegure la
ejecución provisoria de condenas penales tras juicios en segunda
instancia.
El tratamiento de la causa en el STF venía siendo postergado por
disidencias entre los jueces del tribunal. La fuente de la corte, que
pidió el anonimato, dijo que Lula preferiría ser liberado por una
decisión que reconozca a Moro como un juez imparcial ya que, en ese
caso, no debería usar tobillera electrónica para monitoreo.
En la sesión del STF, uno de los jueces críticos de procedimientos
del Lava Jato, Gilmar Mendes, señaló que a partir de la divulgación de
las conversaciones hechas por The Intercept Brasil se debate entre
juristas del país el hecho de que filtraciones divulgadas y obtenidas de
forma ilegal “no necesariamente” anulan pruebas que puedan ser
producidas por esas revelaciones.
El presidente Jair Bolsonaro, en tanto, conversó brevemente con Moro
en la residencia oficial de la Alvorada, ubicada a orillas del Lago
Paranoá en una de las zonas más elegantes de Brasilia, y luego ambos
llegaron juntos en lancha a un acto en el que militares homenajearon al
ex magistrado.
El respaldo dado por el mandatario a uno de sus ministros más
populares se extendió entre gobernadores aliados del Palacio del
Planalto, la futurista sede del Poder Ejecutivo de Brasil, y al
Congreso, donde legisladores oficialistas hicieron pedidos de
investigación por las supuestas invasiones a teléfonos denunciadas por
Moro y Dallagnol. Parlamentarios también presentaron proyectos de ley
para elevar las penas en caso de ataques cibernéticos a celulares.
La denunciada invasión a los celulares de funcionarios judiciales ya
está bajo investigación de la Policía Federal, dijo el Ministerio de
Justicia y Seguridad Pública. Su titular, en tanto, concurrirá como
invitado al Senado la próxima semana para conversar sobre “las noticias
ampliamente divulgadas en la prensa sobre la Operación Lava Jato”, dijo
el líder oficialista en el Senado Fernando Bezerra Coelho, quien
consideró esa reunión como una oportunidad para que Moro “demuestre la
lisura y corrección con las que actuó como juez”.
En el Congreso, los presidentes de ambas cámaras, Rodrigo Maia en
Diputados, y Davi Alcolumbre, en el Senado, ambos del partido de
centro-derecha Demócratas, actuaron para evitar que la turbulencia que
provocó la difusión de las conversaciones atribuidas a Moro y Dallagnol
provoque atrasos en el tratamiento de la reforma de pensiones, que busca
reducir los altos costos del sistema jubilatorio brasileño que
erosionan la salud fiscal del país.
El mercado financiero local reaccionó bien a esos movimientos.
Ayudado por un contexto internacional favorable, el real se valorizó a
3,86 unidades por dólar y la bolsa de Sao Paulo avanzó un fuerte 1,53% a
98.600 puntos.
“El Índice Bovespa está muy cerca del récord histórico y lo puede
alcanzar esta semana, amparado por la mejora del escenario externo y por
la perspectiva de avances en el cronograma de la reforma de pensiones
en la Cámara de Diputados”, comentó el economista-jefe de Nova Futura
Investimentos, Pedro Paulo Silveira. (El Clarín)
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