Publicar todo aquello que ocurre en la vida cotidiana sobre redes sociales se ha convertido en una costumbre común y para muchas personas casi irrenunciable.
Incluso detrás al exhibicionismo, en
la desesperada búsqueda de un "Me gusta" se podría esconder un profundo
sentido de inseguridad y de insatisfacción.
La prueba esta en el hecho
que estadísticamente las personas que viven una relación feliz es propio de aquellas que transcurren menos tiempo a comunicarlo al mundo.
imagen: dr_zoidberg/Flickr
Excepto en casos raros, está claro que lo que se pone en línea es
casi siempre artefacto, manipulado a propósito, en la práctica todo
menos que espontáneo.
El gesto de hacerse una "selfie" consiste en
ponerse en una pose, asumir la expresión correcta y repetir el disparo
hasta que esté satisfecho con el resultado.
El mismo concepto de
fotografiar a una persona, un objeto o una situación distorsiona la realidad
porque está esperando el momento adecuado, el encuadre perfecto y, a
menudo, organiza la escena como un verdadero set de "hazlo tú mismo".
Las personas desean dar a los demás una cierta imagen del sí mismas,
lucir bellas, comprometidas, divertidas, con una vida plena y
emocionante.
Como decimos "la apariencia engaña", y nunca como en este
caso la máxima es efectiva.
El argumento vale a mayor razón en las
relaciones de a dos cuando las parejas son vistas con frecuencia
publicando imágenes que retratan todo su amor y la
felicidad de estar juntas.
Usando otra expresión común, se podría decir
que "todo lo que brilla no es oro", de hecho, en muchos casos, la
realidad es muy diferente de cómo se representa.
Aquellos que viven una
historia verdaderamente satisfactoria y serena no tienen el deseo ni el
momento de presumir, porque están demasiado ocupados "para vivirla".
imagen: pexels
Hay quienes a veces quieren hacer que la gente conozca su propia
alegría por un sentido de rivalidad y venganza hacia otra persona, para
generar envidia o para llegar a quienes necesitan un mensaje como "Seguí
adelante sin ti".
La felicidad, la sincera, es en cambio una cosa
personal, privada que debe ser guardada celosamente, o como mucho compartida con unos pocos seres queridos.
Todas las veces que alguno escribe sobre internet de cuanto es
afortunado a vivir un amor así maravilloso hay de preguntarse porque
esta perdiendo tiempo en contarlo mas que en disfrutarlo.
Seguro no hay nada de malo en publicar una cosa cada tanto, recordándose de ser mas "social y menos social"
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